Política de Cookies
Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar tu accesibilidad, personalizar y analizar tu navegación. Al continuar navegando consideramos que aceptas su instalación. Puedes cambiar la configuración u obtener más información en nuestra
(+ info)

Aceptar

PQC

A Antonio Fraguas

POSTED BY Garcerán Rojas 21 de February de 2018

Aunque seguidor de Forges desde siempre (“Mariano, las siete”………”Que pasen”), conocí a Antonio allá por 1990. Y resultó que Forges y Antonio eran lo mismo.

Desde aquel primer encuentro, fueron varias nuestras colaboraciones. La Historia de la Electricidad, El Curso Master Europeo-Cañí de Voltios y, más recientemente, El Libro del Centro de Proceso de Datos.

No por no esperado, en cada nuevo proyecto te volvía a sorprender sacando humor-petróleo de cada texto-piedra que le largabas. Un humor generoso, infinito y, sobre todo, preciso.

Antonio era genuino, directo, en ocasiones mordaz, pero con estilo, enemigo de lo mediocre y de los mediocres, hábil extractor de toda caricatura que pueda asociarse a lo habitual, acuñador de palabros eternos, carpetovetónico, cañí y, además, del Athletic.

Su ídolo, Carmelo Cedrún. De hecho, le gustaba contar cómo de joven, él era portero en el equipo del colegio y, en una ocasión, en un lance fortuito recibió un fuerte golpe en la cabeza que le hizo perder el conocimiento. Ya en el hospital, ¿Sabéis qué fue lo primero que hizo al recobrar el sentido?......... Pues soltar el balón, ya que a Carmelo no le quitaba el balón ¡Ni Diossss!

Ahora se nos ha ido, y sin balón entre los brazos, pero su estilo quedará para siempre, máxime en este país creador permanente de “forgendros”.

Por cierto, Antonio, te has marchado sin pagar la comida que teníamos pendiente. Desde luego, ¡de lo que sois capaces algunos por no tener que rascaros el bolsillo!.

Agur CELERILLAS y saludos para Iriondo, Venancio, Zarra, Panizo y Gaínza de parte de tu eterno admirador Garceránides.

Post Data: Va a hacer pronto 6 años del fallecimiento de Mingote. La viñeta que Antonio le dedicó en aquel momento no puede ser más actual ahora con cambio de protagonista. Es lo que pasa cuando un Gran Antonio se acerca a las capas celestiales.

Garcerán Rojas