Acabo de leer un artículo en la revista de ASHRAE correspondiente al pasado mes de mayo donde se describen los detalles que han conducido a la elección del Shiroi Data Center Campus para el segundo premio de los ASHRAE TECHNOLOGIAL AWARDS de 2025 por alcanzar el mayor nivel de eficiencia energética en data centers de Japón.

El contenido del artículo describe con detalle las virtudes del centro en cuatro disciplinas: la planificación arquitectónica, la consolidación de equipos de aire de alta eficiencia, el control de las operaciones con ayuda de la IA y el control del flujo de aire en los equipos IT.

No negaré que la fuente es de plena solvencia pero lo que sí puedo afirmar es que los detalles que se citan, en cada uno de estos apartados, aun mostrando unos logros muy interesantes, no habrían suscitado un especial interés por mi parte. Lo que me ha llamado poderosamente la atención es, una vez más, que se hable de eficiencia del data center sin mencionar nada sobre los niveles de utilización de la parte IT, donde se concentra un elevadísimo porcentaje del consumo real del conjunto del centro.

De esta manera estamos contribuyendo a que el sector no enfoque bien su objetivo y que la foto salga, nuevamente, movida. O sea, otra vez más, confundiendo el culo con las témporas.