Bares, jueces y data centers
No presté mucha atención en su momento al hecho de que determinados jueces pusieran en duda la efectividad de ciertas medidas sociales, conocidas internacionalmente como intervenciones no farmacéuticas o NPI*.
Sin embargo, ahora ya no puedo evitar hacerme eco de la reciente medida por la cual, a pesar de la prohibición dictada por el gobierno, y del consejo de los epidemiólogos y representantes del sector de Sanidad en general, los jueces han ordenado reabrir los bares en zona roja.
Es más, se han filtrado declaraciones de un representante del colectivo afirmando que los epidemiólogos no son de fiar ya que son médicos de familia con, poco más, que un curso de adaptación.
Tenía ya una opinión sobre determinados profesionales de algunas especialidades que irrumpían en otras como Pedro por su casa (hubo un tiempo donde, principalmente médicos y arquitectos, eran habituales en tertulias sobre arte, política, sexualidad o flujos migratorios). Lo que no esperaba, de verdad, es ver a los jueces abarcando campos distintos del que yo entendía como suyo, es decir, no si algo va a funcionar o no, sino si algo se ajusta a la Ley o no.
Lo cierto es que me están poniendo en un aprieto y tengo mi amor dividido. Por un lado, considero que las NPI son imprescindibles, estando plenamente de acuerdo con las restricciones que, quien tenga la responsabilidad de hacerlo, estime como necesarias. Por otro, han reabierto los bares y no quepo en mí de gozo*.
O sea, que estoy en un sinvivir sin saber cómo gestionar esta situación.
Pues bien, lo que voy a hacer mientras descubro cómo salir de este atolladero es aprovechar la oportunidad para mejorar el mundo de los data centers proponiendo al sector que, dada la reconocida carencia de perfiles con suficiente capacitación para atender la demanda actual y, mucho menos, la que nos viene encima, abramos la búsqueda de colaboradores fiables al terreno de los jueces. Estoy seguro de que, si tal como parece, dominan el difícil campo de la epidemiología, serán sin duda capaces de asegurar el arranque de los grupos electrógenos, el correcto funcionamiento de las baterías de los UPSs, PUEs con valor inferior a 1,1 y hasta formas de freecoooling hasta ahora insospechadas.
¡Dicho queda! (es sólo una sugerencia, que nadie se me enfade)
Ah, y si por una de aquellas no son capaces, pues siempre nos quedarán los bares abiertos.
PD. No voy a alterar el contenido de las anteriores líneas, pero ahora se me está ocurriendo que, si les damos cancha, los jueces se nos vienen arriba y al Uptime Institute se le acaba el recorrido.
¡Qué mejor que certificar un Tier IV Gold ante el Sr. Juez, Sería “la caña”!
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