Quizá alguno o algunos de esos iluminados pudieron encontrarse en ambas iniciativas. Lo cierto es que, así a simple vista, tampoco se trata de descubrimientos correspondientes a grandes e ignotas tecnologías o a desarrollos de super vanguardia. Poner una fuente de alimentación más a los servidores, y dar la vuelta a los racks en una fila de cada dos.

¡Cosa más tonta, cosa más sencilla!

Y, sin embargo, aquí estamos desde entonces, asidos a ambas realidades que han resultado, a la postre, inequívocas e incuestionables. Por un lado, la alimentación dual, sobre la cual hemos escrito numerosos comentarios, sentó las bases para todas las topologías de diseño que tomaron esa nueva condición como punto de partida. Hay que reconocer que su proceso de digestión por parte del colectivo habitual de los data center tardó sus años, pero, hoy en día, podemos afirmar rotundamente que, a pesar de que sigamos encontrando en ocasiones fuentes de alimentación duales conectadas a la misma toma, el concepto en sí pertenece ya al ADN del sector.

Por su parte, el establecimiento de pasillos térmicos tampoco caló de verdad en nuestro entorno hasta que el tema de la eficiencia energética y, en particular, del parámetro PUE, cobraron auténtica popularidad, y esto ocurrió a partir de 2006-2007. Es decir, casi la mitad de los 30 años que ahora celebramos, con una difusión bastante limitada, incluso para aquellos que se planteaban por aquel entonces el diseño de un data center nuevo.

La solución de racks modelo chimenea ocupó un lugar de transición en el que no era necesario “voltear” rack alguno e incluso se realizaron, y siguen realizándose, diseños con esa fórmula desde origen, pero es poco discutible que la presencia de los pasillos fríos y calientes, con la eterna discusión sobre cuál de los dos es más acertado confinar, también pertenece ya, por méritos propios, al ADN de cualquier data center (hasta que el pueblo las canta, las coplas coplas no son..).

Son “30 añazos” que no se cumplen todos los días por lo que la cifra es lo suficientemente redonda como para brindar por ello y, sobre todo, por quienes estuvisteis detrás de la idea, dondequiera que os encontréis ahora.

¡Va por vosotros!