Transcurren tiempos donde la fuerza de la disgregación de costes para una compra más barata supone creer que, cuando se trata de la inversión en edificios y en particular de aquellos que son de misión crítica como los Data Center (actualmente los edificios más complejos y caros), las tendencias bajistas suponen una “economía”.

Estamos detectando que el control presupuestario de las áreas de compras imprime tiempos cortos en las decisiones técnicas estratégicas. Esto motiva una alteración directa en el tiempo de generación, proyección y planificación de los suministros, lo que impacta dramáticamente en el discurrir lógico de proyectos donde, uno de los objetivos prioritarios, es llegar a una correcta inversión para la creación inteligente de bienes. El resultado: la paralización de proyectos y/o el disparo de los costes.

En la fase inicial de estos proyectos se dan numerosas y distintas desviaciones, un ejemplo de las cuales, repetido varias veces en los últimos meses en diferentes países, es la compra inicial por parte de la empresa propietaria del material de base para el nuevo proyecto o para la remodelación del existente. Así, cuando llega el turno de la consulta a la ingeniería (si es que no se elimina también esta especialidad), esta se encuentra con que el material ya se encuentra seleccionado y, en ocasiones, ya entregado en la obra.

Grupos electrógenos, UPSs, enfriadoras, unidades manejadoras, etc., constituyen un conjunto inamovible de elementos y el resto del proyecto debe construirse sobre esa realidad.

Cualquier alcance del proyecto deberá alinearse a las necesidades de los elementos en cuestión, en lugar de a aquellas relativas al negocio de la empresa que marcan su identidad, core del funcionamiento integral de las organizaciones, es decir, una estrategia de mayor nivel cualitativo que la simple compra inicial.

Contrariamente a lo que alguno pueda pensar, el DISEÑO de edificios en manos de expertos constituye un aporte que le da INTENCION a las necesidades de negocio de una empresa, genera una visión global de recursos coordinados que impacta de forma positiva en los procesos de compra arrojando mayores ahorros en la inversión, mejor toma de decisiones en cuanto a la calidad y cantidad de insumos, funcionalidad y racionalidad en el funcionamiento, mantenimiento y explotación futura e identidad corporativa. En síntesis, más eficiencia económica y energética, calidad y seriedad derivadas de la CONFIANZA que imprime una visión global y experimentada asociada a lo que es importante para el desempeño de la actividad de la empresa propietaria.

Pretender que la compra, desvinculada y disociada de un diseño que la motive, genera un menor precio en la creación de bienes es menospreciar la importancia del valor del patrimonio adquirido el cual se mide, monetariamente más valioso, cuando se asocia a un diseño que cuando carece de él, aun habiendo costado lo mismo.

DISEÑO significa mayor valor, funcionalidad, explotación y mantenimiento en el futuro de la vida útil del edificio. Un patrimonio inherente a la seriedad y la confianza de las empresas que lo posean.