En los últimos tiempos se está dando una proliferación de webinars y un continuo despliegue en redes de distintos artículos técnicos encontrándonos lo mismo con temas nuevos que con asuntos con una cierta dosis de reiteración. Un ejemplo de ello lo tenemos en el tema del funcionamiento de los UPSs en el llamado “modo ECO”.

Esta característica de los sistemas de alimentación ininterrumpida irrumpió con bastante fuerza en los distintos sectores de aplicación hace ya unos cuantos años, cobrando en los data centers un protagonismo añadido a raíz de la explosión del concepto PUE tras las publicaciones de Google sobre la materia allá por 2009-2010.

El modo ECO consiste, básicamente, en el hecho de hacer trabajar al UPS por su línea de bypass, haciendo intervenir al propio sistema sólo cuando las condiciones de la línea de suministro se desvían de sus valores, llamémosles, nominales (existen modos de funcionamiento combinados que requerirían mayor detalle de explicación, pero, a los efectos de estas consideraciones, me quedaré en la versión simplificada).

De esta forma, al no existir pérdidas ocasionadas por las distintas conversiones, el rendimiento de la máquina es máximo y, por tanto, su contribución a la eficiencia electromecánica del conjunto, bastante interesante para quien quiera observar solamente los números relacionados con el consumo de energía eléctrica. Sin embargo, las obvias bondades de la fórmula considerada encuentran en el otro lado de la balanza argumentos que quizás puedan desviar la verticalidad del fiel:

• El primero es la propia aportación del modo ECO con respecto a una realidad en la que los niveles de rendimiento de los UPSs actuales, incluso a carga parcial, son muy elevados, con lo cual lo que se está ganando en eficiencia supone unas pocas centésimas.
   
• El segundo, la constatación de que las actuales cargas IT son predominantemente capacitivas y que ello tiene una cierta contraindicación cuando la alimentación se lleva a cabo desde grupos electrógenos. Por ello, el funcionamiento en modo Eco que establece vía directa entre las cargas IT y los sistemas de alimentación, debería incorporar un procedimiento de inhibición cuando se dan esas condiciones de funcionamiento en emergencia.
   
• Y el tercero, el, para una gran mayoría, desconocido campo de la protección a sobretensiones transitorias. El hecho de estar conectadas las cargas directamente a la red de suministro exterior hace que sea imprescindible la adopción de una buena protección ante ese tipo de amenaza y esto es algo que supone una enorme asignatura pendiente para nuestras instalaciones eléctricas en data centers.

El UPS es un componente importante del sistema, pero un componente más, al fin y al cabo. El negocio se encuentra en la parte de IT y son, precisamente, los equipos IT el objeto principal a proteger. Y aunque su frecuencia de reposición sea muy alta, con lo que la consideración de vida útil no suela ser de aplicación, el corazón del negocio debe ser considerado como tal, sin despistes

Lo dicho. El modo Eco está genial, pero no sé yo si teniendo en cuenta los distintos puntos de vista expuestos, me atrevería a tirar por esa vía para mi instalación de misión crítica.