Everyone has a strategy until they get punched in the mouth.
Sí, se trata de una vieja y conocida frase atribuida a Joe Louis, pero que cobró fuerza cuando la actualizó Mike Tyson. Algo así como “todos tiene una estrategia hasta que le doy la primera h.…”.
En realidad, esta frase del mundo boxístico está conectada con otra anterior del campo militar donde se decía que “no hay plan que aguante el primer contacto con el enemigo” y refleja una realidad que se puede vivir en cualquier sector al que se aplique y, por no ser menos, al nuestro de los data center.
Las amenazas y el peligro están ahí fuera adoptando distintas formas que conducen a lo que representa el corazón de todos los riesgos, es decir, la pérdida de servicio, y es ahí donde se hacen evidentes las diferencias en los planteamientos.
Por un lado, los de quienes aún tienen presentes las consecuencias de fallos precedentes, con un buen catálogo de lecciones aprendidas y la puesta en práctica permanente de las medidas correctoras y la dotación de los necesarios recursos y quienes, por otro lado, parece que, o nunca estuvieron allí, o ya se les ha olvidado.
El ciclo vuelve periódicamente a transitar por los mismos parajes y vivimos tiempos donde estamos volviendo a contemplar prácticas que, otrora, no condujeron a nada bueno. Entre ellas, la pérdida de peso de la fase de proyecto especializado, en aras de distintas fórmulas de llave en mano, la vuelta de determinados fabricantes a entrar en terrenos distintos del que constituye su línea principal y. en grado máximo, la reducción en la dotación de recursos para la operación y el mantenimiento de los entornos críticos.
Los planes y las estrategias quedan muy bien presentados en un papel que lo aguanta todo, pero las consecuencias de pretender arreglar la economía familiar quitándole el chocolate al loro no suelen tardar en presentarse. A nada que se le tienta, siempre aparece Mike Tyson para arrearnos un guantazo.
Y a hacer puñetas el plan y, otra vez, a comenzar el ciclo