Una de las limitaciones más importantes para el despliegue de los EVs es, sin duda, la de los recursos para la recarga, tanto en lo que respecta a la ubicación de los puntos como en los tiempos necesarios para poder continuar la marcha.

Por ello, los desarrollos van obteniendo resultados cada vez mejores con un objetivo claro. El de alcanzar tiempos en el entorno de lo que ahora se necesita para la gasolina.

La tarea no es sencilla, pero los fabricantes han ido quemando etapas llegando, hasta hace muy poco, a números como los del Hyundai Ioniq5 que en 18 minutos incorpora carga para 336 km, el último modelo Y de Tesla con 267 km en 15 minutos y, quizá el mejor de este grupo, el SUV Gravity de Lucid que llega a los 320 km con 15 minutos de recarga.

Pero todo ello ha quedado eclipsado muy recientemente, cuando en la exposición de abril en Shanghai, el fabricante chino BYD, que ya ha adelantado a Tesla en ventas globales, anunció una recarga de 5 minutos proveniente de un cargador rápido de 1 MW.

Un mes después, en una demostración en Beijing, el nuevo sedan Han L de BYD, alcanzando un breve pico de carga en los 1020 kW, y estableciendo un régimen de carga constante sobre los 460 kW, en sólo 5 minutos consiguió elevar el nivel de carga de la batería desde un 16% hasta un 60% añadiendo con ello 421 km de autonomía. El objetivo de conseguir la cifra de 2 km por segundo de carga está ahí mismo.

La compañía fabrica los coches, las baterías y los cargadores con lo que dispone de la cadena completa con lo que su posicionamiento es único.

Estaremos al tanto de los siguientes pasos.