Más comentarios sobre PUE y eficiencia
Decía en un comentario anterior que conviene precisar la afirmación, muy en boga, de que cuando mejoras tu nivel de PUE, la proporción de consumo IT, propiamente dicha, cobra valores muy altos lo que hace que te des cuenta de lo que representa realmente.
Todo lo que allí expresé sigue siendo válido y a tener muy en cuenta, pero existen posibles matizaciones al respecto, la primera de las cuales consideraré a continuación.
Se trata de una situación que se da cuando, después de implementar una serie de medidas en cumplimiento de las buenas prácticas en la parte de clima, vamos elevando la temperatura de impulsión hasta valores cercanos a los establecidos como límite recomendable por ASHRAE.
Recuerdo hace unos cuantos años una conversación con Don Beaty, que presidia el Comité Técnico 9.9 de Ashrae (emisor de la Guía Técnica de referencia) en la que le pregunté la razón para establecer 27oC como nivel máximo recomendable. La respuesta es sencilla, afirmó. Ese nivel de temperaturas se corresponde con el valor a partir del cual los equipos IT comienzan a elevar su flujo de aire interno para poder disipar el calor generado y, a partir de entonces, entramos ya en un terreno de “lo comido por lo servido”. Claro que esa explicación fue muy simplificada, pero daba una idea muy clara de por dónde van los tiros
Efectivamente, los equipos IT varían su consumo en función de la temperatura a la que trabajan, pero no sólo por el hecho de que los ventiladores aumenten su régimen sino también por vía de las fuentes de alimentación y de las pérdidas en la propia electrónica. Para dar una idea de orden de lo que esto supone, podríamos establecer un umbral en el entorno de los 15oC a partir de donde el incremento de temperatura ya empieza a suponer un incremento de consumos. Al principio muy leves, de forma que las mejoras que ello supone en la demanda general, por la parte de clima, resultan evidentes y, por tanto, altamente recomendables.
Pero si la temperatura sigue creciendo, al alcanzar valores que doblan el umbral inicial, es decir, sobre los 30oC, el “sobreconsumo” se va hasta cifras entre el 3 y el 7%, y es en este rango en el que se encuentra la situación de paridad, a partir de la cual ya no merece la pena continuar el camino. De hecho, subiendo sólo 5oC más, ya nos vamos a un rango de crecimiento de entre el 7 y el 20%.
Pero volviendo al tema de PUE en su relación con este escenario de altas temperaturas de trabajo, lo curioso es que cuando uno dispone de medidas fiables en tiempo real, lo que se da cuenta es de que al elevar los valores de referencia para la entrada a los servidores puede darse el caso de que el valor de PUE mejore sensiblemente (la parte IT crece), dando la falsa sensación de que ha mejorado el consumo global de energía en el data center, siendo exactamente lo contrario.
Se trata de un nuevo argumento que refuerza la recomendación de medir el consumo general como referencia mucho más válida que el valor de PUE.