Otra más sobre el apagón
¿Está alguien esperando a que se enfríe el pastel o a que se olviden las cosas?
Llevamos ya unos cuantos días sin noticias sobre las causas originales que provocaron la reacción que derivó en el gran apagón y mucho me barrunto que tales causas se conocen sobradamente y que alguien está esperando a que se enfríe el pastel o a que se olviden las cosas que se han ido diciendo para salir del paso.
El caso es que lo que apunta, con creces, a ser la madre de todos los corderos, es decir, la elevada proporción de una generación renovable, llamémosle poco sólida, contiene un paralelismo curioso con un hecho que nos hemos encontrado muchas veces al analizar el comportamiento de generadores en isla.
Se denomina trabajo en isla a aquél que desarrolla un generador cuando no se encuentra conectado en paralelo con la red de suministro y lo que nos ha deparado nuestro trabajo de toda la vida en el sector de la Power Quality, han sido sucesos donde el grupo hacía cosas “muy raras” cuando le dejabas sólo. Si al lado tenía a la red, es decir, a su particular “Primo de Zumosol”, pues todo iba por camino de rosas. Sin embargo, cuando se quedaba solo ante el peligro la cosa cambiaba notablemente.
En el mundo de los armónicos (tema que se vuelve a poner de actualidad en entornos de grandes consumos en data centers) los peores escenarios que hemos visto se corresponden a situaciones de isla. Y lo curioso es que, en la conexión paralela, la red apenas aporta una pequeña proporción.
En este mundo hay gente “pa….tó” en ocasiones muy valiente cuando no conoce los riesgos. Lo que no tiene justificación alguna es seguir con la osadía cuando ya se te ha advertido dónde está el enemigo y por dónde ataca.
Es en esos casos cuando tener de tu lado alguien o algo con cierto peso da mucha seguridad. También en la familia de la generación conviene tener una cierta proporción de patriarcas en la mesa.
