Vaya por delante que admiro a la gente que da la cara cuando pintan bastos y que, por ello, la actitud de OVH cada vez que ha tenido que dar explicaciones, y son ya unas cuantas, es encomiable. Ahora bien, una cosa es explicar lo que ha ocurrido y otra bien distinta venirse arriba y empezar a dar lecciones.

Refresquemos la memoria

No habían pasado casi ni tres años desde que en OVH-Estrasburgo se produjo un cero completo en sus data centers (curiosamente, cosas que tiene la vida, ese mismo año, y con posterioridad al suceso, su fundador Octave Klaba recibió el Global Award de DCD al “business leader” del mundo de los data center) cuando se ha manifestado en esos mismos lugares uno de los incendios más espectaculares que podemos recordar en el sector. Entre el seísmo inicial y la réplica unos días después (ver Fuego en la nube I, Fuego en la nube II, Fuego en la nube III y Fuego en la nube IV) la paralización de los servicios ha sido un suceso reiterativo.

Pues bien, una vez apuntado que el origen pudo encontrase en un cuarto de UPSs donde se habían realizado labores de mantenimiento unas horas antes y que la réplica, en un cuarto de baterías desconectadas, pudo deberse a los efectos del incendio en esa parte de edificio, lo que se anuncia ahora es que la investigación (bomberos, seguros y expertos independientes) tomará unos meses y que sus resultados serán compartidos por OVH con el sector. Hasta ahí todo perfecto y en la línea habitual anteriormente reconocida.

Sin embargo, en lugar de dejar aparcado el tema a la espera de datos más precisos, el responsable máximo del lugar se ha sentido en la obligación de intervenir públicamente y lanzar varias afirmaciones que no sé yo si se encuentran bien enfocadas, pareciéndome más una cortina de humo que otra cosa.

Comienza el Sr, Klaba afirmando que nadie quiere tener que sufrir este tipo de situaciones para continuar prometiendo la creación de un laboratorio en el que los bomberos puedan desarrollar estándares para el manejo de incendios en los data center, siguiendo con el firme propósito de sobreproteger su instalación ante este tipo de sucesos y finalizar con la divulgación de su novedoso sistema de refrigeración de los racks mediante agua, tanto en forma directa sobre los chips como mediante llegada directa a intercambiadores de agua en los racks y que los “códigos” relativos a estas tecnologías los abrirán para compartirlos con el resto de la industria.

Se trata de una sucesión de mensajes, el primero de ellos una obviedad, que no tiene desperdicio y que, como se dice en el argot deportivo, me la dejan botando: no dudo yo de la buena intención que pueda subyacer en estos propósitos, pero mucho me temo que, por esa línea, si cada vez que les pasa algo crean un laboratorio de investigación sobre el tema, OVH pueda convertirse, a la postre, en un auténtico centro experimental de desastres. Además, presumir en estos momentos, donde el fuego es el protagonista, de una instalación con mucha agua no creo yo que vaya a ser entendido por muchos.

En cuanto a lo de sobreproteger, el término en sí suena muy redondo, pero más valdría proteger bien.

Y en lo referente a compartir tecnologías, dudo que, vistos los precedentes, alguien quiera mirarse en ese espejo. Considero que no es el momento más oportuno para que OVH pretenda que el sector entone para ellos el pasodoble “Marcial tu eres el más grande”

Quedamos a la espera de saber dónde y por qué se inició el incendio y cómo pudo transmitirse de esa forma desatada. Eso es lo realmente importante y esperemos que el tiempo no sepulte este asunto y podamos disponer de toda la información.