Han pasado algo más de cuarenta años de mis primeros pinitos profesionales en el sector ferroviario y, entre otros muchos recuerdos, siempre acostumbro a evocar la figura de un maestro de taller, de fuerte personalidad y amplia experiencia, llamado Ángel Llorca, algunas de cuyas acciones y frases me quedaron profundamente grabadas.

Otro día me centraré en aspectos de choque eléctrico y a su forma de medir los niveles de tensión, pero hoy quiero referirme a una de sus expresiones, reflejo de la profunda sabiduría del pueblo llano y llena de sensatez y visión.

Es la que se refiere a aquellas veces en las que mensajes de evidente realidad, chocan con un mercado difícilmente receptivo a su asunción y que, en nuestro sector del Data Center, se refiere, entre otros, a conceptos como el de los roles, la necesaria coordinación entre IT y E&M, la diferencia entre eficiencia energética y PUE, o el recurrente asunto de los procesos de licitación.

Para estos casos, el amigo Ángel tenía una forma certera de manifestar esa situación similar a la de darse contra la pared:

“En cabeza de carnero negro no vale jabonar”

¡Nada que añadir!