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PQC

"Eslaid"

POSTED BY Garcerán Rojas 18 de mayo de 2023

Dentro de esa panoplia de términos bastante al uso, en este escrito voy a dedicarle unas líneas a la palabra “slide”, o sea, “eslaid”.

Quienes sean seguidores habituales de este tipo de escritos que suelo lanzar con carácter semanal, sabrán ya que una de mis más acentuadas debilidades tiene que ver con toda esa suerte de anglicismos que nos invade, alguno de los cuales se encuentra ya presente, casi sin quererlo, en nuestras comunicaciones más elementales.

Pues bien, como quiera que no hay jornada laboral, o incluso particular, en la que, de una forma u otra, no tengamos contacto con una presentación de algo en formato Power Point o similar, la definición de cada una de las imágenes que se van proponiendo constituye un término que, de suyo, se convierte en base de comunicación para nuestro día a día.

Por ello, si uno quiere enterarse de la extensión de una presentación, a la hora de acertar con la expresión más correcta para hacerlo suele tender a cuestionar el número de diapositivas, transparencias o, de forma creciente desde hace ya muchos años, de “eslaids”.

Las diapositivas, quizá en recuerdo de aquella variante al revelado fotográfico en negativo cuyas unidades, colocadas en su pequeño marco, se iban deslizando (slide) a medida que uno las iba colocando de forma manual o automática en el proyector. Y las transparencias que, para muchos que aún estamos en esto, supusieron la única manera de mostrar cosas de una forma sencilla y efectiva todavía no hace tantos años.

Y, lo cierto es que el asunto, en sí, no hubiese suscitado comentario alguno por mi parte de no ser por una reunión de hace unos días en la que uno de los presentes preguntó por el número de filminas que tenía la presentación. Y ahí es donde me tocó la fibra y ya no pude más. El término filmina me retrotrajo a mi época de la más pura adolescencia y se me saltaron las lágrimas recordando cómo eran aquellos días en los que el profesor anunciaba que ese día íbamos a ver filminas, lo que era sinónimo de mayor relajación y, por tanto, disfrute.

O sea que quienes, como yo, no deseen tener la posibilidad de cometer un “desliz”, que se dejen ya de eso del “eslaid” y que se arranquen con la costumbre de citar pantallas, imágenes, diapositivas o transparencias y, si quieren ya petarlo, se apunten a la variante de los filmineros, donde serán cordialmente bienvenidos.

Garcerán Rojas