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PQC

Esto es un “sinvivir”. No doy abasto.

POSTED BY Garcerán Rojas 24 de noviembre de 2023

En los últimos tiempos las caídas de servicio se multiplican.

Lo menos llevaba mes y medio sin hablar de caídas de data center, e incluso tenía algún caso que otro “almacenado” por ahí porque no se trata de estar todo el día dando la murga con este tipo de sucesos, pero los últimos diez días se nos han venido arriba y, con muy poca diferencia de tiempo, hemos tenido las caídas de la plataforma Redsys que da servicio a los pagos mediante datáfono y a las operaciones con bizum (si no llego a llevar algo de efectivo, me toca lavar los platos), la de Movistar-Telefónica afectando a telefonía e internet de un amplio abanico de importantes núcleos urbanos y la del Sergas, Servicio Gallego de Salud, donde se vieron afectados, durante varias horas, los historiales, las recetas, los diagnósticos y otra serie de prestaciones propias del Servicio

El caso en espera era el de Equinix en Singapur donde, debido a una maniobra de un contratista sobre algunas válvulas del circuito hidráulico, se provocó un aumento de temperatura que ocasionó la desconexión de equipos que daban servicio al sector banca, con lo cual la repercusión se hizo mayor. El error en sí, humano, como tantos otros.

Sobre el resto, y dado que, en el caso Redsys, no ha habido mayor explicación, más allá de un lacónico “problema de líneas de comunicación interna” y que en el de Telefónica tampoco (estamos a la espera de conocer más datos), me detendré en el caso del Sergas, para el que se apunta como causa la presencia de un pico de tensión que afectó al data center desde donde se realiza toda la gestión de sus datos.

No podría afirmar si tal explicación es veraz o no, pero lo que sí puedo decir es que se trata de una explicación “de manual” para cuando uno quiere echar balones fuera. Me estoy acordando ahora de un par de casos a los que me referí en su momento, el primero de ellos el de la caída de British Airways por “un aumento excepcional de energía que invalidó los sistemas de respaldo” y el segundo, el de la caída de Amazon como consecuencia del “estallido de un transformador de 10 millones de vatios y el envío por la red de un enorme pico de tensión”.

Independientemente de que, en general, la protección a sobretensiones transitorias se encuentra muy mal resuelta en la mayoría de las instalaciones, en estos dos casos, la conclusión final apuntaba, más que hacia la propia existencia del maldito pico, fuese este real o imaginario, hacia la operatividad de los sistemas de respaldo.

Y ya se sabe, si el sistema de respaldo no respalda, mal asunto, corremos el riesgo de desnucarnos.

En cualquier caso, a ver si se tranquiliza un poco el pico, o su espectro, para que pueda, así, pasar página en este estado actual de angustia y desazón que me invade. Además, es que no doy abasto.

Garcerán Rojas