El primer objeto de análisis, como viene siendo habitual en las sucesivas ediciones, es el valor de PUE, confirmándose en 2024 exactamente la misma tendencia que en 2023.

El valor medio de este año ha descendido un par de centésimas, hasta 1,56, pero ello no supone variación alguna de las cifras que se manejan, al menos, desde hace 6 años

Las pequeñas oscilaciones, más que tendencias al alza o a la baja, son fruto de posibles pequeños sesgos en la muestra que lo único que muestran a las claras es el citado estancamiento.

La auténtica mejora se produjo en el periodo entre 2007 y 2014 donde la implantación de medidas y buenas prácticas de aplicación directa y con costes reducidos ya fueron empleadas por la mayoría y, de ahí, se obtuvieron los primeros resultados importantes.

Sin embargo, para dar más pasos hacia adelante se requieren acciones que, la mayoría de las veces, son prohibitivas en coste para el usuario o directamente imposibles de acometer sin que ello afecte a la producción. Y estos data centers suponen todavía casi la mitad (47%) de los que contribuyen a la encuesta anual y son data centers de más de 11 años.

No son de esperar, por tanto, grandes variaciones en los próximos años, salvo las derivadas de un cambio en las proporciones en el tipo de data center analizado.