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PQC

La cosa está que arde

POSTED BY Garcerán Rojas 03 de marzo de 2022

Últimamente, no se habla de otra cosa que de los riesgos de las baterías en su relación con el asunto de los incendios. Desde los ocasionados a partir de un simple teléfono móvil o la Tablet de turno hasta los de mayor calado en instalaciones con mucha potencia instalada.

Uno al que le hemos dedicado varios comentarios durante los últimos tiempos fue el sufrido por OVH en sus instalaciones de data center en Estrasburgo hace justamente un año y sobre el que acaba de hacerse público el informe de los bomberos al que dedicaremos un espacio con mayor detalle en próximas entradas. 

Pues bien, en aproximada coincidencia con ese aniversario, la noticia estos días es el incendio y hundimiento, en aguas próximas a la jurisdicción portuguesa, del buque Felicity Ace cargado con 4000 coches de alta gama, algunos de ellos de auténtico lujo (más de 1000 Porsches y casi 200 unidades tanto de Bentleys como de Lamborghinis, vamos, los modelos que conduzco yo con mayor asiduidad y soltura). 

A día de hoy no existe una explicación clara sobre el origen del incendio, pero sí sobre el hecho de que las baterías de los modelos eléctricos que se incluían en la partida han podido ser, si no el origen del suceso, sí un excelente avivador del mismo y un freno para su extinción. No conocemos si toda la carga fue afectada por el incendio o si una buena parte de ella habría podido ser recuperada si el intento de remolcar la nave hacia puerto seguro se hubiese podido llevar a término. Las conjeturas ahora sirven de bien poco. El barco se ha ido a pique y asunto terminado.

Y como todo en esta vida es relativo, visto lo visto, al final va a resultar que en Francia van a tener que dar gracias, ya que a pesar de OVH, la ciudad de Estrasburgo sigue a flote. Al menos de momento. 

Garcerán Rojas