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La libertad de expresión y el uso de las redes sociales por internet

POSTED BY Garcerán Rojas 01 de octubre de 2020

Han pasado ya más de 27 años de la publicación en The New Yorker de una de las viñetas que más dio que hablar y que más veces se reprodujo hasta muchos años más tarde.

La autoría, de Peter Steiner, y el contenido una caricatura de dos perros, uno de ellos sentado delante del ordenador, en la que hacía una referencia al anonimato en Internet, afirmando aquello de: “en internet nadie sabe que eres un perro”. 

Pasados los años, de aquello queda bien poco. Por una parte, y dada la habitual longevidad canina, a los chuchos en cuestión le habrá llegado seguro su hora, pero si esto no hubiese sido así, podrían ahora comprobar cómo, al volverse a sentar delante del ordenador, incluso sin arrancarlo aún, no sólo ya se puede saber que eres un perro, sino también el color de tu piel y el número de lunares, tus tendencias sexuales y el número de veces que los distintos vecinos te han ido sacando a pasear durante el confinamiento del coronavirus.

Y, aun así, sigue habiendo una especie de percepción de anonimato en cuanto a lo que se escribe en ciertas redes de presencia masiva que, muchas veces, le mueve a uno a pensar si, realmente, al otro lado no agradeceríamos de verdad que estuviese el perro en cuestión.

En demasiadas ocasiones se está blandiendo, como justificación para determinadas opiniones, el estandarte de la libertad de expresión y con ello, trayendo a colación una de las frases más famosas del filósofo danés Soren Kierkegaard. 

“La gente exige la libertad de expresión como una compensación por la libertad de pensamiento que rara vez utilizan”

¡Pues eso!
  

Garcerán Rojas