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PQC

Leyendas urbanas en el Data Center

POSTED BY Eloy Unda 12 de junio de 2019

Nuestro sector profesional, el de los data centers, no podía ser menos y en él se han generado todo tipo de creencias erróneas, bulos, y “fake news”.

Se conoce por leyenda urbana a aquel relato que, naciendo de una creencia popular, narra como reales hechos que nunca se han producido.

Todos conocemos leyendas urbanas en cualquier ámbito de la vida. Nuestro sector profesional, el de los data centers, no podía ser menos y en él se han generado todo tipo de creencias erróneas, bulos, y “fake news”. En nuestro caso, eso sí, con un barniz bastante tecnológico.

Si tuviésemos que definir un decálogo de este tipo de afirmaciones, para la parte electromecánica de los CPDs, probablemente encontraríamos algunas de las siguientes. 

1. El futuro está en la alimentación en continua. 

Si bien es cierto que los vaticinios sobre el paso a corriente continua de las alimentaciones a servidores y equipos análogos tienen fundadas razones técnicas para su presentación, la realidad es que esa transición está haciéndose esperar mucho más de lo que cabría suponer.

2. La densidad de potencia está creciendo de forma exponencial. 

La densidad de potencia, es decir, la potencia instalada por unidad de superficie ha ido creciendo en los últimos años pero, salvo muy contadas excepciones en usuarios concretos, su ritmo ha sido más bien lento, dándose, además, la circunstancia de que ello ha conducido a demasiados sobredimensionamientos de instalaciones. Disponemos de numerosos ejemplos de data centers que han finalizado el despliegue de equipos en su interior y que no han alcanzado ni la mitad de la potencia de diseño inicialmente prevista.

Mención aparte merecen aquellos data centers que invirtieron para aumentar su potencia y en los que, años después, el consumo IT ha disminuido.

3. PUE mide la eficiencia energética de un data center.

PUE mide la eficiencia de la parte electromecánica de un data center, pero ello no implica que, al mismo tiempo, dé una idea sobre la eficiencia real del conjunto. De hecho, no lo hace.

Un CPD en el que no se optimiza la parte IT será siempre ineficiente, por muy buen nivel de PUE que tenga.

4. El arranque de los grupos en vacío basta como prueba de los mismos (los ensayos en carga someten a la instalación a riesgos innecesarios)

Durante las pruebas reales en carga, efectivamente, se somete a la instalación a situaciones de estrés, con simulación de pérdida de red y ello, en caso de instalaciones mal diseñadas o mantenidas, puede conducir a determinados fallos que, en cualquier caso, pueden ser soslayados por la existencia de la fuente primaria en condiciones normales de operación. Sin embargo, es mucho mejor generar esas pruebas, aún con ciertos riesgos menores, que no hacerlo y esperar que la prueba coincida con la necesidad y, entonces, afrontarla sin colchón de seguridad.

5. Los UPSs dinámicos son mejores que los estáticos (o viceversa).

Cada vez que se plantean los pros y contras de cada una de estas tecnologías, lo único que queda claro es que existen abundantes ventajas e inconvenientes en ambas opciones. De su exacta ponderación, muchas veces con un importante carácter subjetivo, depende la decisión acertada

6. Cuantas más líneas de conexión cruzada entre ramas independientes, mayor la flexibilidad de una instalación y, por tanto, mayor seguridad.

En efecto, cuantas más líneas de cruce se dispongan entre componentes de ramas A y B, mayores posibilidades de que determinadas partes de la distribución permanezcan activas con ocasión de la pérdida de alguna de ellas. Ello, no es objetable, conduce a una mayor flexibilidad, pero, al mismo tiempo, da la posibilidad de realizar maniobras en falso, lo que conduce al error humano, principal causante de las caídas en los data center.

7. Tier III me permite 1,4 horas de parada por año y Tier IV 0,4.

El hecho de que los escalones Tier tengan asociado un determinado nivel de disponibilidad no significa que ese sea su objetivo. En concreto, el objetivo, tanto del nivel correspondiente a la mantenibilidad concurrente como, con mayor razón, el de la tolerancia a fallos, es conseguir una disponibilidad del 100%.

Si luego, la media obtenida de todos los que disponen de esa topología hace que sea previsible una parada de 1,4 horas (Tier III) o de 0,4 ( Tier IV), la conclusión es que hay en el grupo algunos que no han hecho bien su trabajo (no todos se han comido medio pollo, aunque la media indique que toca a medio pollo por cabeza)

No es la primera vez que escuchamos declaraciones de directivos en medios de comunicación, afirmando, a modo de hazaña, que la empresa ha construido un data center que “sólo” para 2 horas al año. Sin comentarios.

8. Un Tier IV va solo y es garantía de disponibilidad absoluta.

Parecería lógico interpretar que, si una topología tolerante a fallos se encuentra lo suficientemente automatizada como para tener una respuesta autónoma, el conjunto del sistema no requeriría una atención especial. La realidad indica, sin embargo, al menos en materia de sostenibilidad, que los recursos a disponer en esos entornos de máximo nivel de exigencia son mayores.

9. Las tierras de los circuitos asociados a las cargas críticas deben ser independientes.

Aunque esta leyenda es algo antigua, merece la pena ser destacada por los años que se ha mantenido en el candelero (incluso hoy en día permanecen activos ciertos reductos para el soporte de esta afirmación). En la línea opuesta, la unificación de tierras es una de las soluciones más ampliamente considerada actualmente, tanto por la vía de la seguridad como por la del correcto funcionamiento de los equipos más sensibles.

10. El agua como base de la climatización supone un gran riesgo.

La utilización del agua como agente frigorífico ha tenido idas y vueltas y las experiencias de muchos condujeron, en su momento, a declararla “non grata” en entornos de data center. Sin embargo, sus importantes prestaciones, en este campo, han conducido a su vuelta generalizada. El riesgo siempre existe, pero existen suficientes formas de limitarlo.

Como todas las tecnologías, la refrigeración por agua dispone de ventajas e inconvenientes, pero no es necesariamente peor (ni mejor) que otras opciones.

11. Las buenas prácticas en clima conducen inmediatamente a ahorros.

Se conoce como buenas prácticas, a todas aquellas medidas conducentes a una mejora del flujo de aire en la sala y a evitar que se produzcan mezclas de aire, recirculación y bypass. Pues bien, aunque son medidas imprescindibles en el proceso de mejora, por sí mismas no suponen un ahorro y este no se producirá hasta que no se modifiquen las consignas de temperatura.

12. Para Tier III y IV es necesario disponer de doble línea de acometida eléctrica exterior.

Se trata de uno de los bulos más extendidos y que, en mayor medida, ha confundido a los profesionales del sector (y sigue haciéndolo en lugares menos informados). Además, esta leyenda urbana dispone de una versión “plus”, en la cual los dos suministros tienen que proceder, nada menos, que de compañías eléctricas diferentes.

Todo proviene de la adopción, por parte de TIA, de la clasificación original de Uptime Institute, a partir de la cual, no sólo la extendieron a la parte de comunicaciones, principal objeto de la petición inicial a UI, sino que añadieron requerimientos no soportados, consentidos ni autorizados por el creador de la referencia Tier.

A tal punto llegó la divergencia que, finalmente, UI exigió oficialmente a TIA la eliminación del término Tier de su norma TIA-942 (actualmente se utiliza la expresión “rating”).

En cualquier caso, para obtener los máximos grados de certificación (tanto en Uptime como en Icrea) no es necesario disponer de doble suministro exterior. De hecho, ni siquiera TIA-942 mantiene esa exigencia en la última edición de su norma, pudiéndose sustituir esa prestación por otros medios propios.

13. Es mucho mejor cerrar el pasillo frío que el caliente (o viceversa) y, además, la contención sirve, por sí sola, para eliminar los problemas.

Desde hace ya bastantes años, se viene dando una permanente discusión sobre cuál es el confinamiento de pasillo más efectivo, siendo las diferencias ciertamente mínimas y difícilmente evaluables como para significar algo realmente apreciables. Bien al contrario, los argumentos para tomar la decisión más oportuna tienen más que ver con el tratamiento que quiere darse a la sala en su conjunto (posible presencia de personal en la misma) que con razones de eficiencia.

14. Las soluciones tradicionales de clima se han quedado ya obsoletas.

Se trata de una afirmación que tiene un cierto paralelismo con la correspondiente a la Ley de Moore. Parece que el fin está a la vuelta de la esquina, pero nunca se produce.

De hecho, siguen existiendo proyectos con elevadas densidades de potencia que están siendo resueltos con sistemas tradicionales, con resultado muy satisfactorio.

Eloy Unda