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PQC

Nuevo foco para la eficiencia en los data centers

POSTED BY Garcerán Rojas 04 de diciembre de 2024

Llevamos años, yo diría que más o menos desde 2006, donde la eficiencia energética en los data center ha sido objeto de mucha atención, pero teniendo el foco concentrado en la parte electromecánica y, dentro de ella, fundamentalmente en la parte de clima.

La irrupción en su momento del concepto PUE como criterio casi único de eficiencia contribuyó notoriamente a esa situación. 

Las acciones de mejora en este tiempo han sido evidentes y, dados los grandes consumos que se dan en el sector, los resultados, aunque relativos si se observan desde una mirada global, presentan cifras importantes.  

Sin embargo, si observamos la realidad actual y los posibles caminos para continuar con la mejora, podemos comprobar cómo para valores medios de PUE en el entorno de 1,5 (dato publicado anualmente por UI y que permanece muy estable desde hace casi 10) una mejora de un 20% en la parte E&M contribuye a un ahorro de energía del 6% en el conjunto del centro y que cuanto más bajo sea el nivel de PUE, menor es la repercusión (para PUE de 1,2 un esfuerzo E&M extra del 20% sólo consigue una reducción general de poco más del 3%).  

Pero el consumo grande sigue ahí y en este escenario, afirmar que los nuevos data center concentran en la parte IT entre un 80 y un 90 % del consumo no es nada descabellado

Por ello, aunque el mensaje viene de lejos, ahora que aprieta más el asunto de la sostenibilidad, están surgiendo muchas voces que claman por realizar planes específicos y urgentes de optimización IT. 

Frases como “un data center net-zero no es necesariamente sostenible” o “un data center que no optimiza la utilización de sus equipos IT no es sostenible” ya se están manifestando abiertamente en los distintos foros técnicos y económicos en los que se tocan temas del sector. Además, la demonización de otras afirmaciones como aquellas de “la parte IT no se toca” o “este no es mi problema”, ya se produce de manera abierta y sin tapujos. 

Pues bien, si queremos aportar algunas cifras que ilustren lo que estamos hablando, podríamos recurrir a los datos de consumos de las más recientes generaciones de equipos IT y sus capacidades de trabajo por unidad de energía incidente

Si tomamos como referencia 4 generaciones de procesadores Intel (2017, 2019, 2021 y 2023) que se corresponden con los algo más de 5 años en los que se está cifrando ahora el tiempo de renovación de equipos en un DC, podemos comprobar cómo si partimos de la CPU de 2017 utilizada a un 25 %, y consideramos su renovación por una de 2023 al 75% el rendimiento por unidad de energía se multiplica por 5. Es decir, estaríamos manejando cifras que mejoran la parte IT en entornos del 80%. 

En este orden de cosas, lo que se está pidiendo de forma encarecida es que, cada vez que se produzca una renovación de equipos, vaya asociada a un proceso de consolidación que, en una primera andanada, convierta 2 en 1 o, como mínimo, establezca una relación 1,5 a 1. 

Si no lo hacemos así, y continuamos poniendo el foco en el hermano pobre de la familia, poco tendremos que ganar. Cada vez hay más voces que apuntan en esa dirección y, por ello y entre otras cosas, la Directiva Europea que está obligando a los operadores a retratarse en materia de eficiencia bien haría en abrir el melón de la parte IT si quiere, de verdad, servir para algo que resulte práctico.

Garcerán Rojas