Sin embargo, aun estando de acuerdo con el espíritu de la frase, me gustaría matizar algunos aspectos que la hacen cuestionable, especialmente en el ámbito de nuestro, tan especializado, sector del Data Center.

En primer lugar, preferiría consultar antes al especialista que a quien no lo sea. Estamos en un entorno de misión crítica y el tema no está para bromas. Si no es peluquero, por lo menos, como mínimo un master en estética e imagen. Si voy por la vía equivocada, es más que probable que luego tenga que llamar de verdad al peluquero que, probablemente, no pueda sino maquillar el estropicio inicial.

En segundo lugar, una vez localizado el peluquero, tendré que verificar que éste no tiene bajo cuerda la representación de productos del sector. Independientemente de lo bien que realice el corte, es casi seguro que me llevaré un crecepelo bajo el brazo, eso sí, con la sensación de haber aprovechado una verdadera ganga. Incluso con la posibilidad previa de iniciarse el rito mediante un indeterminado número de muestras gratuitas

En tercer lugar, y ya que tengo una cierta culturilla general sobre la materia, intentaré que mi peluquero me explique bien las opciones que tengo, sus ventajas e inconvenientes, para que yo decida lo que más convenga y ello me conduzca a un “buen corte” sin riesgos de sufrir algún “tajo” imprevisto. Además, quiero que mi peluquero sea consciente de que un buen resultado puede reforzar mi confianza y que, para próximos "cortes de pelo", voy a tener tranquilidad y seguridad.

 En fin, es mi opinión que debemos defender al gremio de los "peluqueros" especializados, responsables y conocedores de las consecuencias de un primer y único "corte de pelo", intentando, eso sí, que no haya otros cortes distintos de los del pelo.

Decía también Warren Buffett:

“Invierte sólo en cosas que entiendas” por lo que me informaré, compararé y, para mi corte, no haré mucho caso al señor Buffett, y elegiré sin duda a un peluquero.