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PQC

¿Por qué cuando hablamos de eficiencia en los data centers, generalmente sólo enfocamos la parte electromecánica?

POSTED BY Garcerán Rojas 01 de octubre de 2021

Llevaba años con una idea bastante clara acerca de la percepción del sector de los data centers en lo que respecta a la eficiencia energética y, ahora, tras asistir a unos cuantos paneles y presentaciones a lo largo del DCD España Virtual de esta misma semana, no puedo menos que ratificarla.

Recuerdo cuando, hace unos años, en la edición del DCD Madrid, se planteó un panel sobre eficiencia en la operación al que fueron invitados expertos en la materia, pero todos ellos asociados directamente a la especialidad de clima. Ahí se encontraba una primera asociación de ideas: Eficiencia – PUE – Cooling.

Curiosamente, unos meses después, cuando se planteó el mismo formato de panel para la edición del DCD en Bogotá, y fui invitado a participar en el mismo, todo comenzó por idéntico derrotero. Además, entre los integrantes de aquel panel, contábamos con alguien que ya había participado en el de Madrid. Ni más ni menos que Robert Sullivan (Dr. Bob), auténtica eminencia en nuestro sector.

La conversación la inició él mismo en la línea indicada pero cuando, tras su intervención, me tocó el turno a mí, no se me ocurrió otra feliz idea que lanzar una pregunta a la sala para ver si los asistentes nos podían dar su punto de vista acerca de en qué consistía exactamente esto de la eficiencia.

Las primeras respuestas fueron todas en la misma línea ya trazada con anterioridad y, en particular, sobre el tema del cooling, hasta que alguien, con una visión mucho más amplia del tema, tocó la oportuna tecla y la sesión dio un giro definitivo. Su afirmación planteaba que:

 “La eficiencia es, en realidad, la relación entre el trabajo útil desarrollado para obtener un producto o servicio y la energía que tenemos que utilizar para ese propósito. Y el trabajo útil en un data center no es alimentar eléctricamente los servidores ni extraer el calor que generan, que son simples complementos (importantes, pero complementos, al fin y al cabo), sino almacenar datos, procesarlos y comunicar, es decir, unidades de medida propias del lado IT”.

Todavía estoy viendo el gesto de complicidad que me hizo Dr. Bob como diciendo: “Por fin alguien con un poco de visión completa del terreno de juego”. Y Bob entró de la misma al trapo del interés general y de la auténtica realidad de los data center.

Y lo cierto es que esa inicial visión sesgada de la eficiencia mucho tiene que ver con el alumbramiento del concepto PUE por parte de “The Green Grid” y su divulgación por parte, sobre todo, del Uptime Institute y Google.

Lo he contado muchas veces, pero en el simposio de UI del año 2009 en Nueva York, al que tuve la oportunidad de asistir, parecía que no existía otra cosa que el término PUE y todas las publicaciones técnicas de los siguientes meses contribuyeron enormemente a su difusión.

Sin embargo, al año siguiente, por las mismas fechas y escenario, Pitt Turner, segundo de a bordo en aquel Uptime Institute, en la apertura del congreso lo primero que hizo fue pedir disculpas por el planteamiento del año anterior:

“Les ruego nos perdonen por haberles conducido este pasado año por la línea equivocada. Aunque el concepto PUE sea importante, les pido que, de momento, lo dejen a un lado (ya lo recuperaremos cuando proceda), para entrar de lleno en la parte de IT. Hay tanto por hacer en este lado que pretender solucionar la eficiencia solamente por la parte electromecánica sería como intentar vaciar una piscina con un vaso de chupitos”.

Evidentemente, no lo dijo con esos términos, pero la analogía fue de un pelaje similar.

Han pasado ya 11 años de aquello y, a pesar de que existen importantes mejoras en el lado en cuestión, la desproporción sigue siendo notoria y conduce, de nuevo, a planteamientos erróneos. Si asociamos en todo momento, como se está haciendo en demasiadas ocasiones, la eficiencia a temas de UPSs y enfriadoras, a pérdidas eléctricas y a formas de freecooling, nos estamos perdiendo un campo demasiado vasto como para ignorarlo y, por ello, me permito recordar un par de datos publicados en los últimos meses por reputados analistas en la cosa esta de los data centers. El primero, el hecho de que el 65% del consumo se está teniendo en lugares donde sólo se está efectuando el 7% del trabajo y, el segundo, el hecho de que el nivel medio de utilización de los recursos IT se encuentra por debajo del 25%.

En imágen Ken Brill junto con Garcerán Rojas y, en segunda, Garcerán en medición de caudal de aire en retorno.

Como decía mi admirado Ken Brill, "el data center más eficiente es aquél que no se construye", lo que suponía un excelente mensaje encaminado al aprovechamiento máximo de los recursos. Y, para ello, existen sin duda herramientas que pueden permitir a los expertos de ese lado IT mejoras muy considerables.

Desde aquí, solamente citar que, con una ligera mejora en la proporción de consumos para tan pírrico trabajo como el indicado, y elevando solamente un poco el nivel de utilización, los resultados serían de tal calibre que dejaríamos de considerar el uso de los vasitos de chupito para usar, como mínimo, jarras de las propias de la Oktoberfest.

No digo yo que, en nuestra parte, la de la chapa y pintura, no haya cosas que hacer, que las hay, pero considerar este terreno como el centro de atención de todo lo que se refiera a eficiencia, no es más que otra forma, eso sí, a veces muy peripuesta, de tocar el violón.

 

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Garcerán Rojas