De vez en cuando me fijo en los días mundiales que se definen a nivel internacional, máxime si tienen alguna relación con nuestro sector del data center, sobre el que, recordemos, sí existe un día concreto de celebración allá por el mes de marzo (ver Día mundial del data center 2023).  

Pero, independientemente de la existencia de esa jornada específicamente dedicada al DC, sí que hay otras que podrían aplicarse al mismo, al menos en alguna de sus variantes. 

Este es el caso de la jornada del 6 de junio que se dedica a los pacientes trasplantados y es aquí donde se me esta ocurriendo adoptar el día para todos aquellos data centers en los que, durante más de 25 años, hemos realizado proyectos de reingeniería para reforzamiento de sus infraestructuras sobre el centro en normal funcionamiento. 

Una operación de trasplante en toda regla, que tiene como objetivo extraer el máximo rendimiento de infraestructuras ya existentes pero que pueden haberse quedado cortas tanto en materia de superficie, como de potencia o, incluso, de topología.  

Y si, en marzo, nuestro día iba de la mano de otros conceptos muy bucólicos y pastoriles (ver la felicidad del gorrión), pero poco relacionados con nosotros, en esta ocasión tenemos por compañía a la concienciación sobre la importancia del control de plagas, algo que, también, sin salirnos excesivamente de la ruta, podemos adoptar en los data center, y si no que me lo digan a mí (ver esto es un sinvivir). Plagas, lo que se dice plagas, no es que tengamos como tales, pero hay situaciones y comportamientos que, de puro repetidos, sí que pueden adquirir una denominación similar.