Es el caso del llamado “Brindis al Sol”, término asociado al hecho de realizar promesas o planteamientos imposibles, a sabiendas de que lo son, conociendo que no van a tener ningún efecto, y sin correr por ello excesivo riesgo por la reacción o respuesta del destinatario.

Su origen se encuentra en los ambientes taurinos, cuando el diestro, quizá presagiando escasas posibilidades en la faena que se avecina, decide realizar su dedicatoria en forma de brindis al tendido de sol, donde por lo general se supone la presencia de un público menos entendido y, quizá por ello, más bullanguero y condescendiente, vamos, que lo aplaude y vitorea todo.

En nuestros Data Centers existen diversas formas de brindis al sol, la mayoría de ellas asociadas a los procesos de oferta de productos y servicios, entre las que cabría destacar:

• Las relacionadas con la asunción de tiempos de ejecución imposibles, tanto para proyectos como para construcciones. Esa forma de ponerse una venda en los ojos para no percibir una realidad evidente, y no chocar de frente con promesas hechas en otras instancias, esa especie de segunda derivada del brindis. Y eso cuando no existe un tercero que gobierne las autorizaciones para fijar las ventanas de actuación, en cuyo caso, el problema adquiere tintes épicos.
• Las relacionadas con los costes, asumiendo objetivos auténticamente irreales. La típica propuesta de “Tú agárralo así y luego ya lo iremos sacando de otras partes”, procedimiento al que nos estamos enfrentando últimamente mediante un importante detalle en los proyectos que hace inviables estas maniobras de manga ancha, por otra parte, demasiado habituales en determinados países.
• La, en ocasiones tildada de demoníaca, participación de algunos departamentos de compras que, en su exploración de escenarios imposibles, más parecen al servicio de la competencia (ver “El Pacto de Tristeza”, “El Proyecto Regalado”, "La Selección de los Compañeros de Viaje”, “La Importancia del Concepto TCO” o “El Pobre va Siempre Dos Veces a la Tienda”)
• Las influencias políticas, exigiendo inauguraciones previas a periodos electorales y el correspondiente “amén”, montera hacia el sol, y para no quedarse fuera, de las partes directamente implicadas
• Los alcances de contenido equívoco que, finalmente, derivan en desarrollos de expresión mínima, siendo quizás, los mejores ejemplos:
  • Los proyectos ejecutivos o de detalle liquidados en forma de conceptual HLD, y el que venga detrás que arree
  • Las actividades de commissioning que no incluyen, finalmente, la realización directa de los trabajos sino la sola supervisión de los mismos

En definitiva, existen muchas formas de brindar al sol, pero en todas ellas existe un denominador común, que es el público que ocupa ese tendido. De la pericia de las diferentes organizaciones para detectar la capacidad de cada quién dentro de su estructura y de buscar la manera de no entregar la toma de decisiones a quien tiene al astro rey de frente y, en ocasiones, ni sombrero con el que cubrirse, dependerá notablemente el éxito final.

De nuestra parte, seguir advirtiéndolo cuando se presente la ocasión (la coincidencia con los Sanfermines es una que ni pintada) y hacerlo sincera y directamente, evitando ese otro modelo de actuación conocido como “de cara a la galería".

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